In memoriam, Ligea

Mari Cruz de los Ríos

El viento impone su dictadura sobre múltiples objetos inanimados. Vuelan a su capricho dos guantes de plástico, de esos humildes y familiares del súper para coger las frutas. Vuelan agitándose, abatiéndose, tocando el suelo y volviendo a tomar el vuelo,en un baile de cortejo. Nunca se encuentran ni forman un par, sino dos individualidades arrugadas, contraídas, enloquecidas, hasta que el viento, cansado de su juego, los deja abandonados y separados en cualquier rincón, ajenos el uno al otro, sin haber sido protección de las mismas manos. Un guante sin el otro es una manquedad. Así nuestras vidas, guante, como tú...

José Mesa

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