Mari Cruz de los Ríos
COLECCIÓN
CIENTO UNA PALABRAS
XXIII- VIVIENTES MUERTOS
Hay muertos que no se mueren nunca porque perviven en su magnífica obra. Trascienden en el delicado velo de “La verdad velada” de Corradini o en cualquier sinfonía imprescindible. Vivirán en la nube de los tiempos cubiertos de aplausos, laureles y gloria. Donde haya memoria, curiosidad, cultura y divulgación, ellos seguirán deleitando las vidas de los otros para hacerles humanos más felices. Su genio y conservación les multiplicará vívidamente. Fueron, son y serán muertos afortunados… Luego hay muertos pequeñitos a los que nadie conoce. Muertos de calle, como la propia muerte, que siguen caminando por las aceras creyendo que están vivos.
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