Mari Cruz de los Ríos
COLECCIÓN
CIENTO UNA PALABRAS
IV - OBSOLESCENCIA
Las palabras que se lleva el viento se estampan contra las hojas perennes de los árboles. Viajan atropelladas por laberintos infinitos hasta quedar impresas en una nervatura, ansiosas de otra savia, colgadas de una rama, desafiando al vértigo, huyendo del desierto y del vacío. Algunas, las más valientes y arrojadas, se aventuran enloquecidas hasta los peciolos soñando, ilusas, con regresar intactas a sus bocas de origen. Y al llegarles su hora, después de componer versos de adioses, a veces extensísimos, se dispersan igual que seres mártires en su último viaje para rodar cantando por las calles siendo ya palabras secas.
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