III - OSCILANDO

Una vez más te cuentas que no todos los días son iguales. Que los hay negros como el corazón de la tragedia. Días verticales, difíciles, invivibles y sólo salvables por la cercanía de quienes amas. Días pesados como una pirámide egipcia, repletos de impotencia. Feos como una bruja de Goya. Inútiles y absurdos si no fuera porque latir en ellos te convierte en más fuerte. Luego hay días horizontales y ondulantes que te regalan besos, noticias que te alegran, salud física y mental, canciones nuevas, otro año que empieza… Días de tréboles y diamantes en los que estar viv@ te compensa.

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