XV- INTERSECCIÓN

Las palabras cruzadas son abiertas, alegres y solidarias. Se extienden por el tablero o por el crucigrama con el mismo entusiasmo de un caminante intrépido, ansioso de entablar relaciones, cuanto más íntimas mejor. Aunque algunas se quejen de estar encasilladas y sujetas a reglas, la mayoría se complace en su suerte: formar parte de un ritual de entretenimiento en el que ellas son las indiscutibles protagonistas. Como árboles vigorosos crecen compartiendo sus letras a derecha e izquierda, arriba y abajo, multiplicándose sin repetirse. Y al acabar el juego, viéndose amontonadas en signos, se quedan tristes, anhelando que comience de nuevo. 

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